Reivindico mi derecho a ser un monstruo // Susy Shock

Con el aletear de Susy Shock nos descubrimos en colibríes, nos reinventamos y nos decimos: siempre hay que estar orgullosxs, porque el orgullo no es una cosa de temporada, y tampoco un levantarse el cuello de la camisa blanca, prístina y recién planchada. El orgullo está en las luchas que se transpiran e inspiran, que manchan las sábanas de tinte, que degüellan y que dejan una cabeza flotando, una cabeza que de momentos es una cosa y de momentos otra. El manifiesto de Susy Shock la coloca como una de las brújulas para llegar a nuevos espacios, pero también como un espacio desde el cual se puede hablar la diferencia. Aquí una sexonauta intrépida, y la voz de una sensibilidad que niega cualquier etiqueta impuesta por aquello que nos oprime: el nombre, la categoría.

J.G.


Yo, monstruo mío

Yo, monstruo mío, Susy Shock

Yo, pobre mortal,
equidistante de todo
yo, DNI 20.598.061,
yo, primer hijo de la madre que después fui,
yo, vieja alumna
de esta escuela de los suplicios,
amazona de mi deseo,
yo, perra en celo de mi sueño rojo.

Yo, reivindico mi derecho a ser un monstruo,
ni varón ni mujer,
ni XXY ni H2O.

Yo, monstruo de mi deseo,
carne de cada una de mis pinceladas,
lienzo azul de mi cuerpo,
pintora de mi andar,
no quiero más títulos que cargar,
no quiero más cargos ni casilleros adonde encajar,
ni el nombre justo que me reserve ninguna ciencia.

Yo, mariposa ajena a la modernidad,
a la posmodernidad,
a la normalidad,

oblicua,
bizca,
silvestre,
artesanal,
poeta de la barbarie.
Con el humus de mi cantar,
con el arco iris de mi cantar,
con mi aleteo
reivindico mi derecho a ser un monstruo
y que otros sean lo Normal.
El Vaticano Normal.
El Credo en dios y la virgísima Normal.
Los pastores y los rebaños de lo Normal.
El Honorable Congreso de las leyes de lo Normal.
El viejo Larousse de lo Normal.

Yo sólo llevo las prendas de mis cerillas,
el rostro de mi mirar,
el tacto de lo escuchado y el gesto avispa del besar.
Y tendré una teta obscena de la luna más perra en mi cintura
y el pene erecto de las guarritas alondras.
Y 7 lunares,
77 lunares,
qué digo,
777 lunares de mi endiablada señal de crear.

Mi bella monstruosidad,
mi ejercicio de inventora,
de ramera de las torcazas.
Mi ser yo entre tanto parecido,
entre tanto domesticado,
entre tanto metido de los pelos en algo.
Otro nuevo título que cargar:
¿Baño de damas? ¿O de caballeros?
O nuevos rincones para inventar.

Yo, trans…pirada,
mojada, nauseabunda,
germen de la aurora encantada,
la que no pide más permiso
y está rabiosa de luces mayas,
luces épicas,
luces parias,
Menstruales, Marlenes, Sacayanas, bizarras.
Sin biblias,
sin tablas,
sin geografías,
sin nada.
Sólo mi derecho vital a ser un monstruo
o como me llame
o como me salga,
como me puedan el deseo y las fuckin’ ganas.

Mi derecho a explorarme,
a reinventarme,
a hacer de mi mutar mi noble ejercicio.
A veranearme, otoñarme, invernarme:
las hormonas,
las ideas,
las cachas,
y toda el alma.

Ámen.

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Susy Shock (Buenos Aires, 6 de diciembre​ de 1968)​ es una actriz, escritora, cantante y docente argentina. Se reconoce como «artista trans sudaca».

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