En el texto de Aldo Barucq abundan las conformaciones del espacio, los recuerdos, aquello que antes nos perteneció y nos vemos obligados a dejar. Un dedo en un frasco de conservas, una correspondencia cortazariana y una casa que se deja para no volver.
J.G.
Un dedo en un frasco de conservas
Has construido una casa en el lugar de la palabra lejanía has construido una casa en el justo sitio del universo donde cantaban los grillos a la paz de no estar en ninguna parte a ninguna hora has construido una casa del árbol con la esperanza de habitar el canto de las aves antes [que nadie y de estirar la mano por la ventana y pescar una manzana sin sudar el esfuerzo quisiste ser adán y eva trepando a los árboles para [reparar su caída y no advertiste que en invierno los árboles se quedan [sin nidos y pierden sus virtudes frugales y no recordaste que en invierno el sol se apaga [temprano y se oscurece se traga su propia luz como una fogata de tinieblas sitiada por la danza de las brujas y un día el sol negro llega a la casa del árbol estira su mano por la ventana pone en tus manos su dádiva de penumbra y frío hasta que una fuerte ventisca cierra la ventana de golpe y el sol ciego en su oscuridad no saca su mano a tiempo y se corta un dedo que cae al suelo danzando como pez en tierra (algunos bailan para recibir a la vida otros bailan para recibir a la muerte) has guardado el dedo en un frasco de conservas (un trozo de sombra nadando en vinagre) para que no se apague para presumirlo a las visitas para que la noche se quede en casa pero un día tocarán a la puerta y sabrás quién es y qué busca y dirás que así anduvieron el jinete sin cabeza, los [piratas con pata de palo y el manco de lepanto casa por casa en busca del recuerdo que les falta te apresurarás a abrir porque el tapete de la entrada dice que todos [son bienvenidos abrirás y no verás a nadie porque la negrura estará cercenada y no lo vemos, pero se infiltra y todo lo devora caemos en el abismo desde que el vacío mora la casa del árbol ha tomado la casa, dijiste ¿tuviste tiempo de traer alguna cosa?, te pregunté no …y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve [lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la [alcantarilla. (te tomo de la mano para no caer ahora que marcharemos con la casa amputada) No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.
Aldo Barucq. Aguascalientes, Ags. 26 años. Lic en Filosofía. Becario Interfaz 2018. Premio Interuniversitario de Cuento Felipe San José González. Premio Estatal de Ensayo José Guadalupe Posada. Autor de la novela Gang Bang en Crisálida Ediciones.