
Casa Colonial // Juan Pugga
También roedores y cuadrúpedos la esquivaban asustados al verla. Le gruñían con miedo. Hasta las palomas la miraban con extrañeza. Ahora que lo recuerdo, era bello lo que miraba. Todo se quebró cuando unos despistados comerciantes la atropellaron con su carrito de supermercado, chorreando agua en su paso. Continúa leyendo Casa Colonial // Juan Pugga