Materializar las pérdidas

Tal vez se hubieran reído, pero no se habrían acercado a agradecernos por la presentación. Sé que fue Ale —y sus palabras, y su trabajo, y su presencia— lo que movió a los chicos de sus asientos para caminar y decirnos esas palabras que —sin darse cuenta— hicieron que valieran la pena esos diez días fuera de Mexicali. El viaje pudo haber acabado ahí y no me habría importado en lo absoluto. Continúa leyendo Materializar las pérdidas