retrato para teresa en cuatro actos (pasarse la luz roja)
I (camino) llegamos a una recta a un costado un costillar de gato repeliendo por un momento las moscas con el aire que desprende la carretera allá un olor a aceite quemado el sol anegando irradiante los cerros esto es … pienso y comienzo a dormir otra vez esto es estar en ningún lado la carretera vereda alrededor de un hormiguero donde los alacranes merodean la noche y se miran los rastros del que fuera su canto entre la hierba alta algo susurra el aguijón que me clava me dice su nombre y mi piel esa débil manzana cae alacrán de tierra templada tienes saliva dulce y la voz del gorrión que has sido fuiste la punta de aquel pino y tu existencia era la palabra (que ante todo es triste) entre el polvo se oculta del sol y es la parte más oscura de la sorpresa presa la mano la boca la voz del amor veneno que buscando de repente vuela aquí que en ningún lugar estamos bailemos porque el sol se oculte II (aquí) (por cosas como éstas es que no me besas) (las formas de tu boca) al mirar el vidrio el movimiento hace al sol una briza de polvo y combustible aquí hay una parte de ti lo que el sol al polvo el aire al vidrio el movimiento a nosotros … mis manos se deslizan las moscas son una constelación (limpio) en mis manos una quemadura tenue algo de ti hay en esto el día comienza estas ya no son mis manos esto es una avenida un pozo queda tan sólo la sensación de ellas estos ojos ya no … queda el sonido que se escapa esto ya no está queda la sombra que imagino En la calle puedes ver / el día que quieras / las palomas muertas que contaminamos tiradas / resecas sin olor / estáticas como la cáscara de una naranja / como el disfraz vacío de una procesión Saldremos un día y las tomaremos para ver si pegan el salto sobre nosotros enfadadas y no nos soltaremos// (no me despiertes) aquí también te he visto luz a través del párpado: aquí tus manos aquí la descripción de tu lengua sobre tu labio un rincón del viento la ventana pausado contempla tu respiración el eco de lo que fuera la destrucción de un parabrisas sobre el rincón de tu labio el poste del viento tu respiración que me inquieta la ventana que de repente se me abre la ventana que de repente se me quiebra III (del lugar) tal vez es de noche y quieres la luna como en aquel verso que pensé leerte: no pude:la luna luna retomé hace un instante y todas las sombras son tu sombra el olor del pirú fresco alguien en una vereda opaca: este incendio de hierba verde/allá el destello una bocina que suena/ /no podemos nadie puede salir de aquí/ la misteriosa teresa de la morada moarada moraa despierta en el verso que quise leerte despierta! que quieres moverte … y jamás pude con el libro de la santayo no pude con mi papel de santa estoy en la exposición del mineral como sal -pullido pulido y ensordecido por la bocina de algún auto de cierto auto que ha venido por ti o por mí que duermo y me presento debidamente soy quien llueve en la ventanilla constante paulatino pasajero de gran cansancio / todo me duele porque todo me está matando/ yo no pude con mi papel de vivo me considero terminado tú puedes escabullirte en esta piel lastimada encontrar cada habitación como estuvo siempre en el vuelo del gorrión que vi en aquel pino… no somos el nido ni el autobús destruyéndose no aquí todavía IV (del qué) no somos el nido ni el autobús destruyéndose no el avanzar de los fierros retorcidos no somos esta picadura del alacránfrío el constante rechinido trinitar triste que se rompe (inserte aquí su serie de balbuceos a partir de la palabra rompe):NO la fábrica de ensamblaje que tenía los zapatos de la señora de junto ya habíamos hablado y todo estuvo bien tranquila que aún no nos vamos de aquí no se va nadie. Nadie y cayendo en esto el primer vistazo a la carretera caliente y friccionaria escupitaar de nuestro sueño lo que queda es una bocina al fondo el huracán de carne nos sabremos dispuestos con los asientos en orden las palabras y lo dicho de tu nombre en orden las coordenadas de las manos pies en polvo desnudos voces perdidas en sueños suspendidos esto que acordamos no importa que recuerdes o sí? Por favor el cuento que termina con la más extensa sucesión de puntos suspensivos que son las gentes incendiando el mundo quemando sus pies por favor crees en los árboles y las aves? ellas también aH sí no vas a pensarlas Hablo a un ave que es esto? donde el pino (regreso) un ave que disfruta el aire frío desprende su vuelo y es la sombra de un árbol espectro que contabanse- -renidad señor pasajero SErenidad esto le ha llevado más tiempo así no (y todo por decir que no se quiere vivir) estamos que no podemos irnos y ahí está que esto es la descripción de un cuerpo de la morada del aguijón que nubla el paladar de la piel descubierta al sol /los alacranes son arácnidos llenos de palabras. Mentira. Casi. El error es pensar, recuerdo, que decían tomarte esto en caso de ataque, es considerarlos a todos como seres que lastiman. Cambian, sí. La piel: las crías dejan todo sobre la madre, nosotros confundimos esas viejas ropas. Pero sí, hay lo que duele. Pero sobre todo hay sol y tierra, caricias y tierra que viven en ellos. Así van, la tierra es el caparazón más viejo./ /esto no se puede salvar, esto no, esto no/ /ayuden a más! esto no es!/ /ayuden a más! qué es esto!/ y CRACKERRAARRRCRACK! CRACK! Terminó
Arturo M. Olivares (1993, Puebla) En alguna parte del valle de Tecamachalco, junto a la carretera federal Puebla-Tehuacán, al pie de un cerro tepeyacac región 4, el mar se azota en un pequeño vaso de veladora.