Violeta punk como ser maricón // Olmedo Guerra

Qué inflado el pecho de orgullo que un ser eminente y brillante tan joven venga y cachetee a la heteronorma de la forma más hermosa, a través de sus poemas, hay que mariconizarlo todo y la vida será de un mejor color, los temblores se tornarán de belleza, la muerte tendrá otros sonidos también, tal como ahora, para qué resignarse al dolor, cuando podemos sacralizarlo y llevarlo a pasear al malecón a ver un poco de mar, aunque haga frio y si sentimos el abrazo de algún desconocido que nos regale un beso o una sonrisa bajando su barbijo ya cumplimos nuestra misión del día, gracias por el amor Olmedo. De Ecuador a México la mariconada seguirá siendo nuestra mejor carta.

F.E.T.E.


Brazil é a terra prometida

Cuando sucedió la noche de la violencia yo escuchaba a Liniker e os Caramelows en mi cabeza y me sentía infinito enquanto eu ficaba deitado sobre o ombro de um menino brasileiro que falava em português enquanto fazíamos amor, oh, esse menino era muito bonito!, de rostro pintado y manos con muecas, venía andando del norte de Sudamérica, de Chile, ese país que para entonces vivía una revolución como la que intentamos vivir nosotrxs pero más hermosa y dolorosa (¿y quiénes somos cuando lo hermoso y lo doloroso se junta?), la cosa es que Liniker rondaba en mi cabeza y el sosiego del Soul me hizo creer que podía ser eterno, que podía vivir el amor en una noche en que mi pecho presagiaba violencia; pero yo solo me arrimaba a su pecho y tarareaba a gente fica mordido, não fica? Dente, lábio, teu jeito de olhar, me lembro do beijo em teu pescoço, do meu toque grosso, com medo de te transpassar y hacía su largo cabello a un lado mientras besaba su cuello y lo sentía a mil, todos mis motores encima, yo solo quería una noche eterna y recibí violencia, y pensé que ese día quería lucir una falda larga, pero como dijo John Lydon con su look de Anticristo y el mundo a su pies “¡pero qué puede hacer unx anarquista frente a un matón!” y pensé de nuevo en Liniker y en sus hermosos vestidos y en cómo los matones obligaban a besarnos y en qué nos hubieran hecho si tuviera una falda y en qué pasaba si lo hubiese besado y en la cara triste de mi chico y un amigo me dice “Brasil es la tierra soñada para las maricas sudamericanas” y mi chico me cuenta de todxs sus amigxs golpeadxs y de las mujeres trans asesinadas, pero la voz de Liniker y el sosiego de sus manos en sus gestos divinos de mujer más allá del todo me devuelven en pie aunque en la noche de la violencia esa protección haya sido un espejismo, pero yo le pongo fe y me las sigo cantando.

Tem calma, tem jeito, tem também
O coração tranquilo, coração de alguém
De alguém

[1] ten calma, ten camino, y ten también / el corazón tranquilo; el corazón, de alguien, / de alguien.


V

Es clásico de los poetas maricones hacer dedicatorias acá…, él se encontrará.

Intenso eso, de los chicos lindos que te hacen el amor 
de esos que no están muy claros con la raíz de su deseo
con su costumbre de saberse amando mujeres
pero de encontrarte bonito, inteligente, agradable
 						noble	
intenso eso de saber corresponderles con el miedo a que pronto se les pase 
a que abran los ojos y observen un pene y se les apague el suyo una vez dentro 	  
que se hagan los locos, tomen su ropa o inventen cualquier mentira en pos de huir 
pero cuando no,
intenso eso de que se quede 
te desnude 
tome tu mano 
te lleve a su cama tantas veces compartida con ese género que consideramos hermanas
pero tan difícilmente amantes,
que chupe tu verga 
y te hable de eso que tanto repiten los ebrios a altas horas de la madrugada  
(amor, amor)
y entre en ti que en ese momento eres misterio 
y tú sin poder creerlo, sonríes y te dejas de huevadas y comienzas a sentirlo y le correspondes 
gimiendo eso que tanto repiten locas misteriosas a altas horas de la madrugada 
(amor, amor)
—entendamos esto como un canto que sostiene la noche, como las viejas teorías de animales sosteniendo planetas, así, animalidad amante sosteniendo cada nuevo deseo de loca a las estrellas— 
“que se me cumpla, 
que se me cumpla”

En un mundo más justo todos seríamos maricones,
fueron las palabras que pronuncié mientras lo observaba y lo pedía 
a él, y a otros chicos lindos 
esos de baile misterioso, de camisa estampado el trópico de cáncer, o de moño en el cabello cuales luego terminan yéndose con una chica dejando así cualquier duda resuelta

“En un mundo más justo todxs seríamos maricones”, me repetía y seguía bailando esa danza contemporánea que aprendí para la salsa 
a punta de ají y noche guayaca  
sin darme cuenta, lo atraje a ese momento en que estuvo dentro de mí
en que observo su sonrisa
y afirmo que sí, que está ahí porque quiso, que está ahí porque es posible 
entonces canto al amor 

«estoy hablando casi como una santa —pensó—: arder de amor. Pero no de amor místico, sino como consecuencia de un arrollador encuentro sensual»
Anaïs Nin
hasta que mi sueño
es un hombre noble sirviéndome su alma por desayuno, su sonrisa
tu realidad; ya no es solo una noche.

Una casa se estrella sobre la roca donde habitó la primera mulier sapiens

Un homosexual es más que un monolito creado para ser hermoso 

un homosexual modela con lupa los rostros de cera que observarán la caída de su casa
un homosexual es una clavícula sobre la ventana donde miramos a los perros
un homosexual tiene en su piel el algoritmo de una especie engendrada por el ano

llevo un fósil en mi cadera que brillará en la biopsia de mi locura 

tantas madres haciendo de nuestra estela un caldo con el que alimentan a los hermanos

y una hermana es un rostro dibujada en la colina de la casa que se cae 

nosotras escogeremos a nuestras hermanas

“Tú eres mi hermana”,
me decías 

y en mí, un homosexual herido pinza en sus pigmentos el dolor de una máscara que asusta:

si las máscaras fuesen hechas para asustar
tú y yo tendríamos el gen de cerámica y nuestro cuerpo pesaría lo que nuestras 
antepasadas dolieron por nuestro beso no-clandestino 

una madre es una vasija que llenamos de H2O 

y así como el agua da vida, ahoga

yo creería que los perros nos miran desde su ocaso de animales extintos porque la domesticación será archivo cuando volvamos a tocar nuestras manos de hermanas 

y un amigo es la familia que escoges pero una hermana es un espejo que 
se nutre del cronos que acelera nuestra cocción

pero un homosexual no puede ser hermana, me dijeron 

y lloré tantas noches abrazando a mi familia de algodón con pelucas mientras la madre agonizaba por la llegada del invierno

un homosexual es piel metamorfoseada en un insecto anestesiado que cae 

y la caída de un insecto es el paisaje de la levedad de un péndulo desde que nos indujeron el gusto de matar

como hombres  

una coccinella es un hermano quitándose la ropa hasta encontrar el momento exacto en que castrarse. 

Fuego tantas veces templanza tantas veces ternura

Vamos esta noche puede ser mejor 
que no necesito más música que el ruido de las calles mientras andamos juntos
quiero una noche larga como tu frente
me recostaría ahí a observar que las estrellas son los puntos que podría unir de tu locura
déjame coserte una máscara
tú ya cosiste ese lado de mí que estaba lleno de cosa mala
ahora yo quiero hacer de tus ojos que saltan con euforia una casa rodante para saber que no debo detenerme 
y solo amar más con esa libertad que nos trae lágrimas de cuando nos abrimos con los dedos el ser
gracias por hacer de mí alguien más hermoso
espero haber dejado en ti un sol y mucha lluvia pa cuando se sequen tus plantitas 
el mundo está por comenzar apenas 
aunque pareciera su fin 
el mundo depende de que no durmamos esta noche 
o por lo menos de que los amigos nos encuentren tan nobles juntos 
que nos proporcionen un hogar por esta noche 
donde el ruido de nuestros cuerpos sean un canto de gallo más para el amanecer 
no durmamos, lloremos y lloremos hasta encontrarnos saltando como tus ojos
Medellín no es nada ante ti 
viajero y arlequín, 
tomados de la mano como en secreto 
soplo tu rostro, miro mis ojos 
se apaga la ciudad 
no hay luces ni campo
tu pupila es negra y se dilata 
mi sexo toca tu sexo cubierto por las ropas y se abrazan con esa paz que solo se consigue luchando
lo sabemos
sentimos
se apaga el cosmos y brilla una máscara 
¿qué seremos de aquí a las noches en que contarán las estrellas todo lo que vieron?
dos niños jugando a la pelota, 
dos niñas jugando a la pelota.

Violeta punk como ser maricón

Amor, me niego a ser hombre 
quiéreme así
soy los animales que quieras esta noche 
pero también puedo ser un buen amante 
y si soy franco 
sé que te amo, loco
pero no sé quién eres o qué o a quién amo 
una silueta 
que puede venir y ser ocupada por varios 
solo te pido 
déjame no ser hombre 
y no solo cuando estemos bailando en las fiestas 
y logre envolverte con mis telas, con mis faldas, o con mis manos de oradora 
sino en la cama 
déjame correrme echándote ese líquido que no es semen ni orina 
y que nunca sabremos qué es ni será 
déjame decirte que soy toda tuya 
y que se me salga el femenino 
mientras me agarras de la cabellera y le entras más fuerte 
déjame no ser hombre también cuando te abrace y te diga que no puedo más en casa 
que mi ternura femenina y animal 
se paraliza ante el deshacerse de mi hermano 
déjame no ser hombre también cuando me desmenuce por un posible suicidio 
de ese yo arcaico que prende velas para delatar que en su rostro 
hay una indígena mirando a los ojos de la luna 
que baila por su cosecha y reza por los animales de su territorio 
déjame no ser hombre también cuando te cocine comida libre 
como me gusta llamarle a la alimentación en granos, vegetales y hortalizas 
cuando te cante canciones de Violeta Parra 
o cuando llore por las noches diciendo que me duele ahí donde estoy aprendiendo a ser 
dime loca y amor 
pero por favor 
déjame no ser hombre y hazme una trenza y pon semillas en mi cráneo 
me crecerá algo, no sé, 
y sea lo que sea
dime loca; 
tienes un sombrero hermoso 
me pondré el mío y saldremos a rodar 
te voy a dar un beso en el semáforo 
y te sostendré de ahí, 
de ese lugar que es secreto 
adonde los hombres ni el poder llega.

OLMEDO GUERRA (Esmeraldas, Ecuador. 1998) Poeta y escritor marikón. Estudio Literatura en la Universidad de las Artes. He colaborado en diversos eventos culturales y lecturas de poesía dentro y fuera del país. Me desenvuelvo como tallerista autogestivo y soy parte de la colectiva Mama Zamba en la ciudad de Esmeraldas. Leo, escribo, publico, gestiono, y me movilizo desde las intensidades políticas del arte y la vida. Me gusta la música y las expresiones transgresoras de lxs cuerpxs.

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